"No te ruego, que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, así como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos con tu verdad. Tu palabra es la verdad." San Juan XVII, 15.
"Porque aquello que sembrare el hombre, eso también segará. Y así el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción: mas el que siembra en el espíritu, del espíritu segará vida eterna." Romanos VI, 8.
"Sano o enfermo, rico o pobre, sabio o ignorante, honrado despreciado, con este o con aquel genio, con muchos o pocos dotes, aptitudes y talentos, puedo alabar, hacer reverencia y servir a Dios." San Ignacio de Loyola, ejercicios espirituales.