¿No sabéis, que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
¿No sabéis, que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
13 Jun
13Jun
Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, debemos determinarnos a seguir los pasos de nuestro divino Redentor, despertar de la somnolencia espiritual, salir de la rutina ordinaria de la vida, apartarnos eficazmente de lo que nos aparta de Dios, para buscar real y verdaderamente nuestra salvación eterna; en síntesis, vivir plenamente nuestra fe católica.
"Y esto sabiendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño. Porque ahora está mas cerca nuestra salud, que cuando creímos. La noche pasó, y el día se acercó. Pues desechemos las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Caminemos como de día, honestamente, no en glotonerías y embriagueces, no en sensualidades y disoluciones, no en pendencias y envidia: Mas vestíos de nuestro Señor Jesucristo." Romanos XIII, 11.
Es necesario tomar conciencia de nuestra realidad, del motivo de nuestra existencia, del principio y fundamento de nuestra vida, a saber: "El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su alma." San Ignacio de Loyola, ejercicios espirituales.
Sufrimos cuando perdemos el rumbo de nuestra vida, cuando vivimos para los sentimientos del momento; cuando por rutina, ignorancia o inadvertencia, llevamos una vida sin sentido, apartada del principio y fundamento de nuestra existencia, lógicamente viene el desasosiego, la pérdida del sentido de vivir, la frustración, se busca llenar el vacío espiritual en las cosas transitorias y temporales.
Recordemos que nuestra patria es el paraíso, que la vida presente es un tránsito a la eternidad, tengamos presente la existencia del cielo y del infierno, el valor de la oración, la estima por la presencia de Dios en nuestra vida; lo cual alcanzaremos, con la meditación de las verdades eternas, con la vida de oración, con la frecuencia de los Sacramentos, con la devoción a la santísima Virgen María, en fin, con una vida católica en el cumplimiento de nuestras obligaciones de estado.
"¿No sabéis, que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?" Corintios VI, 15.
Queridos hermanos, ¡es hora de despertar!, es tiempo de vivir nuestra fe católica, de utilizar nuestros dones, talentos y habilidades en bien de nuestra salud espiritual, de buscar eficazmente nuestro bien eterno y temporal.
Roguemos a la augusta Madre de Dios, se digne bendecirnos, despertarnos, concedernos las gracias necesarias para vivir nuestra fe católica, para alcanzar la plenitud de nuestra vida y la eterna bienaventuranza.
"Tan dueña es María de los bienes de Dios, que da a quien quiere, cuanto quiere y como quiere todas las gracias de Dios, todas las virtudes de Jesucristo y todos los dones del Espíritu Santo, todos los bienes de la naturaleza, de la gracia y de la gloria." San Luis María G. de Montfort, "El amor de la sabiduría eterna", capítulo XVII, No. 207.