26 Jan
26Jan

Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, todo tiene un precio a pagar, ¿cuál es el costo de cada pecado que cometemos?... aún los veniales desgastan el alma y la predisponen para el pecado mortal. 

El pecado enferma el alma, disminuye las energías de la persona en su conjunto, por lo regular, es en detrimento de sus finanzas, y poco a poco va provocando un vacío existencial: "El estipendio y paga del pecado, es la muerte." Romanos VI, 23. 

¿Por qué cometer el pecado? Un momento de placer, un arranque de las pasiones, una mala elección que nos puede costar la vida eterna. 

Cuanta necesidad tenemos de la oración, de la meditación frecuente, de la gracia de los sacramentos, y particularmente de implorar el patrocinio de la Santísima Virgen María, mediante el rezo atento y despacio del santo Rosario; muchos hermanos pecadores, han alcanzado la libertad de los hijos de Dios, gracias a esta piadosa devoción.

"¿Quién entre todos los bienaventurados podrá competir con la augusta Madre de Dios en el poder y en la gracia de intercesión? ¿Acaso hay alguno que pueda ver más claramente en el Verbo eterno, las calamidades que sufrimos y las cosas que necesitamos? ¿A quién se le dio mayor poder para atraernos la misericordia de Dios?" SS Papa León XIII, encíclica: "Augustissima Virginis" No. 9,  12 de septiembre de 1897. 

Pidamos a Dios la gracia de rezar el santo Rosario, sea cualquiera el estado del alma, imploremos la misericordia de la augusta Madre de Dios. 

"No es posible expresar cuánto estima la Santísima Virgen el Rosario sobre todas las demás devociones y cuán magnánima es al recompensar a quienes trabajan para predicarlo, establecerlo y cultivarlo". San Luis María G. de Montfort, El secreto del Rosario, Rosa VIII. 


Dios te bendiga.



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