"No te ruego, que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, así como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos con tu verdad. Tu palabra es la verdad." San Juan XVII, 15.
"Porque nosotros no tenemos que luchar contra la carne, y la sangre: sino contra los principados, y potestades, contra los gobernadores de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus de maldad en los aires." Efesios VI, 12.
"Mas nos gloriamos también en las tribulaciones: sabiendo que la tribulación obra paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza, y la esperanza no trae confusión" Romanos V, 3.
"Porque aquello que sembrare el hombre, eso también segará. Y así el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción: mas el que siembra en el espíritu, del espíritu segará vida eterna." Romanos VI, 8.
"Sano o enfermo, rico o pobre, sabio o ignorante, honrado despreciado, con este o con aquel genio, con muchos o pocos dotes, aptitudes y talentos, puedo alabar, hacer reverencia y servir a Dios." San Ignacio de Loyola, ejercicios espirituales.