Queridos hermanos en nuestro Señor Jesucristo, el mundo en el que vivimos tiene ejemplos edificantes, indiferentes, y escandalosos, los cuales percibimos con nuestros sentidos cada día; más allá de limitarnos a calificarlos, debemos aprovecharnos para el fin de nuestra existencia en la tierra, sean hechos a imitar, admirar, o simplemente tener cuidado para evitarlos.
Cada alma es creada inmediatamente por Dios nuestro Señor (Dz. 3027), independientemente del uso de su libre albedrío, son creadas por el Autor de la vida, en cada una podemos encontrar dones y talentos, en los cuales podemos alabar a nuestro Divino Redentor, pero es necesario purificar nuestra mirada para ver más allá de las cuestiones accidentales.
"Descubre al Señor tu camino, y espera en Él; y Él hará. Y pondrá en claro como la luz tu justicia, y tu buena causa como el mediodía. Está sujeto al Señor, y hazle oración." Salmo XXXVI, 5.
Bastante bien nos hace el recordar que nuestra patria es el paraíso, que existimos para la eternidad, que el juicio particular definirá
nuestra morada eterna; ¿que nos aprovecha el criticar a los demás, el compararnos unos con otros, la negatividad que ve en todo el lado malo?, brille la luz de Cristo en nuestra vida, llevemos el buen olor de Cristo, revistámonos de las obras de la luz, vivamos realmente una vida católica en nuestras condiciones particulares.
"Y esto sabiendo el tiempo: que es ya hora de levantarnos del sueño. Porque ahora está más cerca nuestra salud, que cuando creímos. La noche pasó, y el día se acercó. Pues desechemos las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Caminemos como de día, honestamente: no en glotonerías y embriagueces, no en sensualidades y disoluciones, no en pendencias y envidia. Mas vestíos de nuestro Señor Jesucristo." Romanos XIII, 11.
Cambiemos nosotros y nuestro entorno se transformará, reformemos nuestra vida entera, iniciemos con paciencia nuestra reestructuración, perseveremos en nuestros santos propósitos, aprendamos a vivir cristianamente, perdonémonos, iniciemos un nuevo caminar con la confianza puesta en Dios nuestro Señor.
Encomendémonos a la augusta Madre de Dios, imploremos su patrocinio y auxilio en favor de nuestra vida, pongamos en sus manos amorosas la salvación eterna de nuestra alma, continuemos con la reforma de costumbres para mejor amar y servir a Dios nuestro Señor.
Dios te bendiga.