18 Jan
18Jan

Queridos hermanos en Nuestro Señor Jesucristo, no nos cansemos de hacer el bien, de practicar la virtud, de ejercitarnos en las obras de misericordia que a su tiempo recibiremos el fruto: "No nos cansemos, pues, de hacer bien: porque si perseveramos, a su tiempo recogeremos el fruto." Gálatas VI, 9. 

Aprovechar todas las oportunidades que la Providencia nos permita para perdonar de corazón, ayudar a quien ha menester, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, visitar a los enfermos, rogar a Dios por los enfermos, enterrar a los muertos; en suma, ejercitarnos en obras gratas a Dios Nuestro Señor con la mayor puridad de intención, tratando en todo momento de agradarle. 

"Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen. Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. A quien te hiera una mejilla, preséntale asimismo la otra. Y a quien te quitare la capa, no le impidas que se lleve aun la túnica. A todo el que te pida, dale; y al que te robe tus cosas, no se las demandes. Tratad a los hombres de la misma manera que quisierais que ellos os tratasen a vosotros." Lucas VI, 27. 

Tarea nada fácil, más no imposible con la ayuda de Dios, procurar meditar estos versículos del santo Evangelio, reflexionarlos, llevarlos a la oración, pidiendo a Dios la gracia de poderlos practicar, de llevarlos a una vida cristiana en el aquí y ahora con las circunstancias particulares que nos han tocado vivir.

Queridos hermanos, no haya lugar al desánimo entre nosotros, poco a poco con nuestro esfuerzo personal, con la ayuda de Dios hemos de vivir cristianamente para merecer con el amparo de la Santísima Virgen María la gloria celestial. 


Dios te bendiga.



Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.