Al mismo tiempo que el espíritu propio va modelándose poco a poco conforme al de un extraño o de una extraña, se enajena por el contrario cada día más del alma del esposo o de la esposa legítimos. Llega a sentir por todo lo que éstos piensan o dicen un irresistible instinto de contradicción, de irritación, de desprecio.
Más información“Da gracia á los que le contraen con pura conciencia, con la cual sobrepujan las dificultades y pesadumbres á que están los casados sujetos por todo el curso de la vida." Manual Toledano.
Más información"Vosotros, maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó también a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella." Efesios V, 22.
Más información"Así que ya no son dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios juntó, el hombre no lo separe." San Mateo XIX, 6.
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