"Vela sobre tí mismo, y sobre la doctrina, persevera en estas cosas. Porque haciendo esto te salvarás a ti mismo, y a los que te oyeren." San Pablo a Timoteo IV, 16.
En una, los príncipes son dominados por la pasión de dominar sobre los hombres y sobre las naciones conquistadas, en la otra todos son servidores del prójimo en la caridad, los jefes velando por el bien de sus subordinados y éstos obedeciéndoles.