"Vela sobre tí mismo, y sobre la doctrina, persevera en estas cosas. Porque haciendo esto te salvarás a ti mismo, y a los que te oyeren." San Pablo a Timoteo IV, 16.

La envidia procede de la soberbia, que no puede sufrir superiores ni rivales. Cuando nos convencemos de la verdadera superioridad de otros, nos entristecemos al ver que hay quienes tienen tan buenas o mejores cualidades que nosotros, o, por lo menos, alcanzan mayores triunfos.

  •  13/01/2022 10:48 AM