"Vela sobre tí mismo, y sobre la doctrina, persevera en estas cosas. Porque haciendo esto te salvarás a ti mismo, y a los que te oyeren." San Pablo a Timoteo IV, 16.
El remedio para esta tristeza bien se ve que será ser uno humilde y contentarse con el lugar bajo. Ese tal estará libre de todas esas tristezas y desasosiegos, y gozará de mucha paz y descanso…
Guardarse de decir: fulano dijo esto de vos; siendo cosa que le puede dar disgusto; porque eso sirve para enconar al uno con el otro, y sembrar discordia entre los hermanos.